«Solo hay una manera de tener éxito, convertirse en la opción preferente»

A todos nos gusta ser elegidos los primeros, a todos nos gusta ser reconocidos y respetados y por supuesto a todos nos gustaría ser la opción preferente cuando alguien quiere contratar a un entrenador.

El éxito de tu negocio dependerá de la capacidad que tengas para hacer que entren clientes por la puerta.

Te guste o no, esto es una realidad. Tener un buen servicio, los mejores materiales del mercado y una formación envidiable te puede ayudar, está claro, pero ya hay muchos entrenadores que ofrecen eso mismo. ¿En qué te diferencias tú? ¿Qué razones son las que van a provocar que un cliente te elija a ti en lugar de a otro entrenador?

No te engañes, todos pensamos que somos los mejores entrenadores del mundo, o por lo menos esa es nuestra intención, no creo que nadie se levante diciendo: “hoy voy a ser un entrenador mediocre” o “hoy voy a hacer lo justo para pasar el día”. Si estás en esto del entrenamiento personal, es porque quieres ser el mejor, es porque quieres cambiar la vida de la gente y porque quieres hacerlo de la mejor forma posible.

El principal problema es que por muy nobles que sean tus intenciones o por mucho esfuerzo que pongas para conseguirlas, no te aseguran que seas diferente o mejor que otros entrenadores y que por lo tanto la gente vaya a escogerte a ti antes que a ellos.

Podrías pasar tu vida entera realizando las mejores formaciones del mundo y acumulando todo el conocimiento posible, pero si la gente no sabe de lo que eres capaz, si no saben lo que puedes hacer por ellos, NO TE SERVIRÁ DE NADA.

Durante mi carrera he conocido a muy buenos entrenadores, personas con una formación increíble, que estoy seguro podrían haber ayudado a mucha población. El problema es que no sabían cómo comunicar sus habilidades, no sabían cómo ayudar a otros a que comprasen su servicio. Y esto, por muy duro que parezca es así, si no tienes clientes no puedes ser entrenador, si no tienes gente que se decida a apostar por tu servicio nunca podrás aportar aquello que llevas dentro.

Lo que diferencia a aquellos entrenadores que tienen éxito de los que no, es su capacidad para comunicar lo que pueden hacer por otras personas. Es la habilidad para conseguir que la gente confíe en ellos y en lo que pueden ofrecer.

Podrías pensar que eso con unos anuncios en el periódico, alguna cuña en la radio o unos flyers se puede solucionar, pero nunca más lejos de la realidad.

Estos métodos de publicidad están pasados de moda, las personas estamos hartas de que intenten vendernos la moto y de que no nos aporten nada.

Hoy, en la era de la información, el entrenador que marcará la diferencia será aquel que haga que la gente se sienta entendida, que tenga confianza en él y que sea visto como una autoridad. Sólo así, serás percibido como alguien capaz de ayudar a los demás y ocuparás un espacio preferente en la mente de tus posibles clientes.

Pero, ¿cómo puedes hacer esto que te propongo? Desarrolla estos 4 pasos y estarás en el camino de convertirte en el entrenador elegido.

1. Conoce a tu cliente ideal

Lo primero que deberás hacer es saber quién es tu cliente ideal, es decir, la persona perfecta para la que has diseñado tu servicio y la cuál estás seguro de que lo compraría si supiera que existiese.

2. Selecciona el canal que vas a utilizar para comunicarte con él 

Cuando realmente hayas conocido a tu cliente, deberás buscar los sitios donde puedes comunicarte con él de forma más efectiva. Cada cliente tendrá un sitio preferente, no serán los mismos canales de comunicación los que utilizaremos con personas mayores de 60 años que con jóvenes de entre 25-40 años.

Si por ejemplo tu cliente ideal son personas mayores, tiene poco sentido que uses como canales de comunicación las redes sociales, ya que la mayoría de ellos no están presentes ahí. La selección del canal debe facilitar que tu cliente te encuentre de la forma más sencilla posible.

3. Crea contenido relevante para tu cliente ideal 

Después de todo lo anterior, tu misión será crear contenido que aporte valor a tu cliente. No pongas los mismos consejos que utiliza todo el mundo. Sé diferente, ya sea en lo que dices, en cómo lo dices o en como lo empaquetas. Pero por favor, asegúrate de aportar valor, proporciónales información valiosa que esté relacionada con tu campo de conocimiento y que además consideres que les puede ayudar. Simplemente recuerda que lo que es valioso para ti, no tiene por qué serlo para ellos. Tu misión es ayudarlos a ellos, así que ponte en su situación.

4. Prepárate para ser el entrenador elegido 

Si realmente lo que estás aportando tiene valor, tarde o temprano la gente empezará a conocerte y verán que eres una persona con la que merece la pena hacer negocios. En ese momento, serán los clientes los que te busquen a ti. Te habrás convertido en el entrenador de referencia en tu comunidad, y por lo tanto serás el experto al que acudir cuando alguien necesite ayuda.

Estos pasos que aparentemente resultan sencillos, te pueden ayudar a darte a conocer. Pero solo te ayudarán si los pones en práctica, solo te servirán si realmente empiezas a tomar decisiones y acciones encaminadas a lo que quieres conseguir.

Todo el mundo tiene ideas, pero la diferencia entre los que consiguen sus objetivos y los que no, es la ACCIÓN.