Ser entrenador personal es una de las profesiones más gratificantes y bonitas del mundo, pero es importante que te hagas una serie de preguntas antes de ponerte manos a la obra si no quieres terminar en el lugar equivocado.

En la actualidad, la figura del entrenador personal está cobrando cada día más relevancia. Son muchas las personas que han dejado de ver a estos profesionales como un lujo al alcance de muy pocos, para convertirse en algo imprescindible para muchos.

Los avances tecnológicos, la cultura y el estilo de vida, están provocando que cada día más personas necesiten un asesoramiento personalizado y de calidad, que satisfaga sus necesidades y los ayude a conseguir sus objetivos personales.

Esto se traduce en la aparición de profesionales cada día más cualificados que deben dar respuesta a estas necesidades mientras obtienen una remuneración justa por su trabajo.

Supongo que éstas y otras razones serán las que te han llevado a plantearte la idea de convertirte en entrenador personal y dedicar tu vida a mejorar la salud y la condición física de otros.

Sinceramente estoy muy contento de hayas tomado esa decisión (es un camino del que seguro disfrutarás), pero mi misión, es asegurarme de que tengas éxito como entrenador y ayudarte a que seas consciente de si el entrenamiento personal es realmente lo que buscas.

Precisamente por esto y por mi experiencia como entrenador, existen 5 preguntas que toda persona debería de hacerse antes de tomar la decisión de dedicarse al entrenamiento personal (para mí la última es la más importante, pero no nos adelantemos, vayamos paso a paso)

PD: Al final del post también te desvelaré un pequeño secreto, pero hazme caso, disfruta primero del artículo.

1. ¿Por qué quiero convertirme en entrenador personal?

Tener unas razones sólidas y de peso para tomar esta decisión es fundamental. La mayoría de nuestra vida nos viene prácticamente hecha, lo único que tenemos que hacer es seguir el camino que otros han marcado para nosotros y que la sociedad cree que es el correcto.

Vamos siguiendo, casi de forma inconsciente, todos y cada uno de los pasos, hasta que llega el momento de empezar a trabajar, de empezar a devolverle a la sociedad lo que supuestamente nos ha dado, y es entonces cuando nos damos cuenta de que estamos atrapados en un trabajo que no nos ilusiona, que lo único que nos aporta es una compensación económica por nuestro tiempo (en el mejor de los casos) y la gran parte de los problemas y situaciones estresantes de nuestra vida.

Si no quieres verte en esta situación, si realmente quieres disfrutar de una profesión que te apasione, que te haga levantarte cada mañana con ilusión y que te aporte mucho más que dinero, es imprescindible que tengas las razones adecuadas para empezar.

Como dijo Confucio, “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida”.

2. ¿Qué tipo de entrenador personal quiero ser?

Si después de plantearte la primera cuestión, aún crees que el entrenamiento personal es tu profesión y quieres disfrutar de tu vida ayudando a otros. La siguiente pregunta que deberías hacerte es el tipo de entrenador que quieres ser.

Suele ser un error bastante común, sobre todo al principio, entrenar a todas  y cada una de las personas que se cruzan en nuestro camino.

Normalmente la falta de experiencia, y de clientes, nos lleva a intentar ofrecer un servicio que sea válido para todo el mundo. Creemos que nuestro método es la solución a todos los problemas y estamos seguros que cualquier persona podría beneficiarse de nuestro trabajo.

Si bien, esto no tiene porque ser mentira, déjame hacerte una pregunta. Si tuvieses un problema de corazón, y te tuvieran que operar, ¿qué tipo de médico te gustaría que lo hiciera? y si fuese de espalda, ¿te gustaría que te operase el mismo médico?

Supongo que la respuesta está clara. Las personas queremos trabajar con especialistas, con personas que sabemos que han dedicado su vida al tratamiento de nuestro problema y que con toda seguridad podrán ofrecernos la solución más adecuada a nuestro problema.

Lo mismo ocurre en el mundo del entrenamiento, no hay mejores o peores entrenadores, hay entrenadores especializados en pérdida de peso, en embarazo, en recuperación de lesiones, en cambios estéticos, etc. Cada uno de ellos debe tener unas características y unos conocimientos diferentes.

Por lo tanto, elige el tipo de entrenador que quieres ser y trabaja para convertirte en el mejor.

“Cuando tú eres el especialista de algo, el precio es lo menos importante”

3. ¿Con qué tipo de clientes quiero trabajar?

La decisión que tomes en la pregunta anterior, afectará directamente a la respuesta de con qué tipo de clientes quieres trabajar.

Hasta ahora tenemos claro que quieres ser entrenador personal y que además debes especializarte en alguno de los nichos de mercado que hay dentro del entrenamiento. (Si quieres saber más sobre nichos de mercado, lee este artículo)

Imaginemos, para hacerlo más sencillo, que has decidido convertirte en un entrenador personal especializado en entrenamiento para personas de la 3ª edad.

Si has tomado esta decisión, la mayor parte de tus clientes serán personas mayores con problemas articulares, de equilibrio y de fuerza. La mayoría de las sesiones con estas personas serán sesiones tranquilas, basadas en el control y con progresiones un poco más lentas (esta es la parte técnica del trabajo)

Pero además, también suelen ser personas a la que les gusta hablar, sentirse escuchadas, seguras e incluso recibir cariño (esta es la parte emocional o habilidades blandas)

Esto quiere decir, que si tú quieres tener éxito con este nicho de mercado, y además, disfrutar de tu trabajo, tanto tus habilidades técnicas como tu personalidad deben ir en esta línea.

Vas a pasar muchas horas con estas personas, y que mejor que hacerlo con quien tú deseas.

En mi caso, descubrí que las personas que necesitan recuperarse de alguna lesión, eran mis clientes favoritos, ya que entendía los procesos mentales por los que atravesaban y me encantaba ver como iban disfrutando mientras veían su evolución.

Cada nicho tiene unas características diferentes, analiza cada uno de ellos y decide cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades. Después de todo, es tu trabajo, que menos que hacerlo con aquellas personas que más te aportan.

4. ¿Cuál es el resultado que quiero ofrecerle a mis clientes?

Sin duda alguna, este es uno de los pasos más determinantes y que más diferencias marca entre los entrenadores que tienen éxito y aquellos que se quedan por el camino.

Nos guste o no, las personas que contratan un servicio de entrenamiento personal, lo que están haciendo es contratar un medio (el entrenamiento) para conseguir el fin deseado (el objetivo que se tenga en mente).

La gran parte de los entrenadores se obsesionan con el medio (el entrenamiento) y continuamente trabajan para mejorarlo (cosa con la que estoy totalmente de acuerdo). El principal problema, es que muy pocos se obsesionan con cómo van a conseguir el fin deseado para sus clientes.

Cuando un cliente nos contrata, lo que espera es un resultado, espera una solución a su problema a cambio del dinero que nos está pagando. Apunta esto en tu cuaderno o en un sitio donde puedas verlo diariamente:

“Los clientes nos pagan por darles la solución a su problema, no por el entrenamiento”

Esto quiere decir que tendremos que utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance para ofrecerle a nuestro cliente la solución que busca.

Obviamente, cuanto mayor y más extensa sea nuestra caja de herramientas, más posibilidades tendremos de ofrecerle la solución correcta.

Pero es muy importante que centres tus esfuerzos en generar ideas, sistemas, métodos o lo que quieras, que ayuden a tus clientes a conseguir el resultado deseado.

Obsesiónate con el resultado y conviértete en el mejor en darles lo que quieren.

Por experiencia propia te digo que cuando una persona consigue lo que busca, estará en continuo agradecimiento contigo.

Por último, y como te he prometido al principio del post, te voy a desvelar la que para mí es la pregunta más importante que debes hacerte antes de convertirte en entrenador personal.

5. ¿Cómo voy a conseguir mis primeros clientes?

Lo creas o no, esta es la pregunta más importante que debes responder antes de embarcarte en cualquier negocio.

Por mucho que quisiera, no podría transmitirte lo relevante que es tener la respuesta a esta pregunta antes de iniciar tu carrera profesional.

Los clientes son la gasolina del negocio, cuando estos no llegan, es imposible que el negocio se ponga en marcha, y menos aún, que de beneficios.

Todos los entrenadores tienen claro como debería de ser un entrenamiento, pero muy pocos tienen claro como van a conseguir los clientes.

La mayoría de nosotros, cuando decidimos dedicarnos al entrenamiento personal, nos imaginamos ya entrenando a los clientes, con nuestro horario lleno de sesiones y generando suficientes ingresos para poder vivir dignamente.

Pero la realidad es que esta situación rara vez ocurre, y lo que nos encontramos en la mayoría de las ocasiones son entrenadores que tienen un servicio excelente, con una formación enorme, pero que no saben cómo conseguir clientes, no tienen un sistema automatizado que les suponga una fuente continua de prospectos, y por lo tanto se encuentran frecuentemente luchando por entrenar a algunas personas, bajando sus precios y devaluando sus servicios.

Tener un plan para la captación de clientes (especialmente al principio) puede suponer la diferencia entre tener un negocio estable y rentable que nos genere beneficios y nos permita disfrutar de nuestra profesión o vernos continuamente luchando para poder entrenar algunas personas y llegar a fin de mes.

Con el objetivo de que tú no tengas que pasar por esto y de que puedas desarrollar tú propia estrategia de éxito para la captación de clientes, escribí el libro  “El MBA del Entrenador Personal”, en el que te explicaré todo lo que necesitas saber para vivir de tu pasión.

Si quieres ahorrarte cientos de euros y mucho, mucho tiempo, dedica 5 minutos a responder las preguntas que hoy te he planteado.