Alguna vez te has preguntado por qué tus clientes no recomiendan a más amigos suyos. ¿Estás seguro de que estás sacando el máximo partido de las personas a las que entrenas?

Todavía recuerdo cuando entraba a la sala de entrenamiento con mucho cuidado de los temas de conversación que tenía con mis clientes. Solo quería agradarles y que se sintiesen cómodos con mi compañía, tratando de evitar temas delicados como la política, la religión o las ventas.

A veces, mientras entrenábamos, pensaba en los beneficios que tendría un foam roller o un accupoint (por ejemplo) para complementar el entrenamiento, con algo de trabajo en casa, pero como no quería que tuviesen la sensación de que le estaba vendiendo algo, me quedaba callado, privando a mi cliente de un elemento que estaba seguro que le resultaría beneficioso.

El caso, es que si ya me sentía un poco incómodo hablándole de que me comprase uno u otro material, mucho más complicado me resultaba preguntarle si había algún conocido suyo que estuviese interesado en entrenar.

Cada día observaba como las personas a las que entrenaba, que por cierto, veía más que a mis amigos, pasaban por el entrenamiento y quedaban totalmente satisfechas con las sesiones, pero no recomendaban a nadie.

Esta fue la principal de comenzar a buscar herramientas que me ayudasen con ese problema y fue entonces cuando descubrí: “el sistema de referencias”

Lo creamos o no, nuestros clientes hablan de la experiencia que tienen con nosotros con otras personas, ante esto, tenemos dos opciones: dejar que las cosas sigan como hasta ahora y que dependa del cliente recomendar a otra persona, o empezar a tomar parte activa en este proceso para “aumentar las posibilidades” de que nuestro cliente nos recomiende.

La parte activa de este proceso es el denominado “sistema de referencias”, que van a ser las estrategias que vas a diseñar y a usar para empezar a aumentar el número de recomendaciones que recibes por parte de tus clientes.

Depende de ti ponerles las cosas fáciles, para que ayuden a sus amigos a que puedan beneficiarse de todo aquello que tienes para ofrecerles.

Ponte manos a la obra y empieza a obtener el máximo rendimiento de cada interacción.

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